La aromaterapia trabaja a partir de aceites esenciales, derivados de plantas y flores, con propiedades terapéuticas como antiestrés, antidepresivo, relajantes musculares, expectorantes, etc. Combinadas con el masaje francés, se convierte en una experiencia reparadora y placentera que no solo trata nuestro cuerpo físico sino también nuestra disposición mental.